Uno de los grandes retos de las firmas con una larga trayectoria empresarial es, precisamente, estar siempre a la vanguardia de las necesidades, no solo de los cambios en el mercado, sino de que su imagen conecte con las nuevas formas de consumo y que se adapte al lenguaje visual propio de la era digital.
Es el caso de Barea Grupo, una compañía que cuenta con más de ocho décadas de actividad. Ese hecho dice mucho de su solvente capacidad de adaptación. Tomando como referencia el contexto, Descubre Comunicación ha trabajado en su último rebranding con la idea de unificar de forma sencilla y eficaz su legado con una visión innovadora, moderna y reconocible para el público del S. XXI.

Los detalles del rebranding que consiguen el éxito esperado
Empeñados en ofrecer ese binomio, el equipo creativo de la agencia centró su atención en dos cuestiones fundamentales, la tipografía de las letras y la gama cromática en la que se asentaría todo el diseño visual de Barea Grupo. Eso ha dado un resultado muy satisfactorio que fue acogido, tanto por el cliente, como por sus usuarios virtuales que han encontrado en el cambio un engagement atractivo.
Esa es la línea que se ha seguido para diseñar el calendario 2026, uno de los merchandising más emblemáticos y de mayor impacto de Barea Grupo. Además, ha permitido a la empresa explorar nuevos perfiles en redes sociales más dinámicas y actuales como TikTok, conectando, así, con un público más juvenil y nativo digital e incorporarlos a su target.
Una imagen reconocible a pesar de la metamorfosis
Las nuevas tipografías suponen uno de los elementos que más expone la combinación entre tradición y modernidad. Ese objetivo se ha conseguido gracias a unas tipografías que se diferencias entre la usada para los textos más destacados, con una estética de azulejo tradicional; combinada con otra, para textos más amplios, que ofrece mayor claridad, cercanía y modernidad


Por otro lado, la colorimetría es un elementos esencial que define a las empresas, su espíritu y valores. En ese sentido, no se ha renunciado al color rojo que siempre ha tenido asociada la firma. En tal caso, el equipo creativo de Descubre Comunicación decidió que tonos como el azul marino daban solidez e identidad, mientras que el azul eléctrico abría la puerta al dinamismo que sería equilibrado con los azules claros y grises, lo mismo que se ha perseguido con el beige.



Sin duda, esa dualidad, perfectamente ideada, ha sido capaz de consolidar la imagen del cliente, permitiéndole, al mismo tiempo, ser identificado sin perder un ápice de su esencia; pero, al mismo tiempo, ser atractivo para los nuevos conceptos de lenguaje audiovisual y operar en un tablero tan competitivo con solvencia y solidez.
