Dónde estoy. Qué soy. Y cómo llegar hasta a mí. Antes de cualquier otra acción de comunicación, antes incluso de la creación de una página web o del desarrollo de una estrategia de redes sociales, cualquier empresa que trabaja en el mundo rural debería hacer bien visible su respuesta a estas tres preguntas. Y la manera de hacerlo es estar (correctamente, y luego explicaremos que significa correctamente) en Google Maps.
Pongámonos por un momento en la piel del visitante que quiere realizar una actividad cultural como visitar un museo local, adquirir un producto artesanal o, sencillamente, comer en un restaurante agradable que, además, tenga aparcamiento para su bicicleta de montaña. En un porcentaje elevadísimo de los casos nuestro visitante consultará en Internet qué opciones tiene cerca del lugar al que ha decidido dirigirse. En muchos casos, y dado que ya existen más de 470 millones de tabletas y teléfonos inteligentes en el mundo, es probable que esta consulta se realice incluso sobre el territorio, con una búsqueda de servicios de proximidad en radios muy pequeños, 15 o 20 kilómetros como máximo. Y esa búsqueda nos ofrecerá, casi con toda seguridad, una página de Google muy similar a ésta, en la que se localizará en Google Maps a los establecimientos que cumplen los parámetros de búsqueda (en este caso, “Restaurantes en Grazalema”).
Lo primero que tenemos que hacer cuando diseñemos la comunicación y difusión de nuestro negocio en el mundo rural es gestionar esta ficha para que aparezcamos correctamente y justo cómo queremos. No hay ninguna excusa para no hacerlo. Es fácil, es gratis (de momento), no se necesita tener página web y puede incrementar de manera exponencial nuestra difusión ya que los servicios de localización son, de lejos, los más demandados por turistas y visitantes. Un solo dato: Google Maps y Google Earth suman más descargas (¡¡¡más de 250 millones!!!) que todos sus competidores en el segmento de aplicaciones móviles turísticas. De hecho, puede ser que tu negocio ya esté localizado sin que hayas hecho nada y es que Google, que ha apostado fuerte por este servicio sabiendo que el marketing del presente y el futuro se basa en la localización, ha ido incorporando fichas con la información existente en otras fuentes informativas, como las Páginas Amarillas. Esto, lejos de ser una ventaja para ti, es realmente un problema ya que la información que se ofrece no está controlada por la fuente original (tú) y puede contener errores dramáticos, como una dirección incorrecta (me ha pasado), un teléfono erróneo (me ha pasado) o un horario de apertura que no coincide con la realidad (me ha pasado). Sin llegar al extremo de los turistas alemanes que fueron rescatados ayer en Granada tras pasar 16 horas perdidos por seguir a su GPS, hace sólo un par de semanas recorrí 50 kilómetros por introducir en el Tom Tom de mi coche la dirección de un organismo oficial que aparecía la ficha de Google. Sencillamente, no era correcta. Y cuando esto sucede, que sucede con cierta frecuencia, sufrirá tu reputación, no la del megabuscador. Y, sencillamente, no te lo puedes permitir.
El proceso es realmente fácil, que no rápido, y lo único que hace falta para llevarlo a cabo es una cuenta de Gmail. Si no la tienes, es tan sencillo, como dirigirse a esta dirección (haz click), elegir una dirección de correo electrónico y una contraseña. Una vez inscritos en Gmail, debemos dirigirnos al servicio llamado Google Places en esta dirección (haz click) donde tras una bienvenida corporativa encontraremos esta página de inicio en la que se nos solicitará un número de teléfono para comprobar si nuestro negocio ya está incorporado a Google Maps o, si por el contrario, no hay información sobre el mismo.
Una vez introducido el teléfono y suponiendo que Google Places ya tenga información sobre tu empresa, te aparecerá una nueva pantalla en la que deberás introducir o corregir datos sobre la información básica de tu negocio (dirección, teléfono, correo electrónico, descripción del negocio, categoría en la que se enmarca, página web), horario de apertura, fórmulas de pago, fotos, vídeos e información adicional, como si tienes aparcamiento o wifi para los clientes. Es muy importante ofrecer la máxima información posible ya que esto hará mucho más atractiva tu empresa ante el potencial cliente y te distinguirá frente a tus competidores. Las fotos y los vídeos también mejorarán mucho la visibilidad de tu negocio.
Una vez completada la ficha, pulsa el botón ‘Enviar’ que encontraras al final de la página y accederás a una última pantalla en la que podrás elegir si quieres que te llamen por teléfono o te envíen un SMS para verificar la información que has facilitado. Al final de este proceso, te facilitarán un pin que te permitirá gestionar tu página en Google Places incorporando nuevas fotos o contenidos, respondiendo a los comentarios que recibas o incorporando ofertas o novedades, como una nueva carta. Serás el dueño de tus datos, paso previo e imprescindible para gestionar tu reputación.
En el caso de que Google no tuviera datos previos de tu negocio, te solicitará rellenar la misma ficha que en el caso anterior y te reclamará una dirección y una persona de contacto para enviarte el pin por correo postal (sí, Google sigue mandando cartas). Lo recibirás en unas tres semanas y, una vez conseguido, debes dirigirte a la siguiente dirección (haz click) donde introducirás el pin de tu empresa y validarás la ficha que rellenaste previamente. En una semana más, estarás en geolocalizado y, además, te habrá escrito Google.
Como ventaja añadida, una vez que tengas activa tu ficha de Google Places, podrás empotrar este mapa de localización en tu página web de manera fácil y sencilla, lo que sin duda facilitará el acceso físico a tus servicios por parte de tus clientes. Además, tendrás la posibilidad de ver estadísticas de cuántas veces te han visitado y cuáles son los términos de búsqueda que han permitido encontrar tu página, lo que supone una herramienta fundamental para optimizar la propia ficha de Google Places pero también para descubrir qué es lo que clientes esperan de tu negocio o cómo llegan a él.