Las nuevas aplicaciones llegan pisando fuerte. Posiblemente una de las herramientas más aclamadas por (casi) toda la comunidad de internet en los últimos meses ha sido Periscope. ¿Qué es Periscope? Aunque muchos ya sabéis de qué estamos hablando lo vamos a explicar brevemente para los más rezagados. Hablamos de una aplicación para retransmitir vídeos en tiempo real a través de Twitter. Simple y llanamente eso. Lo puedes hacer de forma pública o de forma privada pero se basa en el concepto de broadcasting.
El pasado 12 de agosto la compañía publicó a través de su blog que desde su lanzamiento el pasado 26 de marzo había alcanzado los 10 millones de usuarios y que la emisión de vídeos diariamente alcanzaba los 40 años en horas. Unos datos bastante positivos para un recién llegado, eso sí, que cuenta con el respaldo de un gigante como Twitter, ya que la compañía de Dorsey adquirió Periscope de forma rápida y veloz.
¿Cambiara Periscope la forma de comunicarnos en la red?
Uno de los interrogantes que aparece con cada nueva red social es si cambiara nuestra forma de comunicarnos. Posiblemente Periscope no lo haga pero si aporte una serie de valores añadidos a lo que hacemos hoy en día. Antes de la aparición de esta aplicación los directos a través de las redes sociales eran lentos, poco fiables y costosos en lo que a ancho de banda se refiere.
Con Periscope tenemos una herramienta que nos permite ser aún más inmediatos, sobre a todo a los profesionales de la comunicación. Llega la posibilidad de retransmitir una rueda de prensa, un accidente, una manifestación o cualquier información en directo con tan solo tener tu móvil en la mano. Obviamente no todo es perfecto. Una mala cobertura, un enganche de la aplicación o cualquier detalle técnico nos pueden dejar sin nuestro apreciado directo. Gajes del oficio.
Admiradores y detractores
La prensa estadounidense, país en el que Periscope (como la mayoría de las aplicaciones), tiene a su mayor comunidad, se ha volcado en halagos hacia la nueva aplicación. Los compañeros de Verne recogían algunas declaraciones. «Es más inmediato que Twitter, Instagram incluso que Snapchat. Es la vida ahora mismo a través de los ojos de quien yo elijo», opinan en la revista Wired. El periodista Owen Williams del medio especializado en tecnología Next Web cree que «estas aplicaciones van a cambiar la manera en la que las noticias se ven y se producen». La publicación Slate añade un factor más a la revolución: «No solo se trata de una nueva plataforma con mejoras técnicas, además asegura una audiencia preexistente».
Pero no todo el mundo opina lo mismo. Eduardo Arcos (@earcos), fundador de Hipertextual, publicó el pasado mes de abril un artículo titulado ‘La irrelevancia de Periscope’. Este comenzaba con toda una declaración de intenciones: “Te juro que a casi nadie le importa lo que haces en tu vida cotidiana. Te lo juro por el dios de los influencers del social media”. Arcos argumenta que aún con el apoyo de Twitter, Periscope no ha logrado posicionarse más allá del puesto 31 en la App Store de EEUU y que sólo llegó al número dos en Emiratos Árabes Unidos.
Finaliza con el siguiente alegato a favor de otra red de la que hablaremos próximamente: “¿Saben quién está ganando la guerra de videos cortos informales y cotidiano? Snapchat. ¿Por qué? Solo lo ven tus amigos, pueden durar uno o cuarenta segundos, no tienes que ser largos como un stream en directo, desaparecen después de un tiempo y pueden ser tan públicos o privados como prefieras”.
Así que el debate está servido. ¿Será Periscope el futuro? ¿Caerá en el olvido como ya hicieron otras a lo Foursquare? ¿Emitiremos vídeos en directo haciendo la cama? ¿Dentro de dos meses a nadie la interesarán lo que hacemos? Como todo en esta vida digital el tiempo le dará o quitará la razón a uno u otros. Un tiempo mínimo ya que internet no entiende el término paciencia.