Esta misma semana hemos asistido a otro ‘epic fail’ del responsable de redes sociales de una gran marca. Esta vez el turno ha sido para el CM de Fnac España que en un alarde de rabia política arremetió contra los “tuiteros podemitas” a los que acusó de «irracionales y mediocres». Esto hubiera quedado en nada siempre y cuando hubiera tuiteado desde su cuenta personal y no desde la de su empresa que tiene más de 120.000 seguidores en la red del pajarito.
No es la primera vez que sucede esto. ¿Quién no recuerda el ‘Me cago en los muertos helenos de la puta Grecia’ de Diario de Sevilla? Que sucedió cuando el equipo griego forzó la prórroga en el Mundial de Fútbol y al redactor de turno no le hizo mucha gracia tener que esperar otro tanto hasta que llegara el teletipo de las agencias.
Luego tenemos ejemplos que no tienen que ver con errores del responsable de redes y si con la estrategia de la marca como la tremenda cagada de Red Bull tras el fallecimiento de Álvaro Bultó comentando que “siempre fue un amigo que voló muy alto” tras fallecer en un accidente mientras practicaba ‘windfly’ u hombre pájaro.
Así que evaluando estas tremendas meteduras de pata el objetivo de este post no es otro que el de hacer algunas recomendaciones para que esto no os suceda, queridos y queridas. ¿Hay algún método infalible para que no publiques la primera parida que se te venga a la cabeza en la cuenta de la empresa? La respuesta es SI, deja el móvil en casa cuando te vayas de cervezas. Pero si eres de los que tienen nomofobia te proponemos algunos consejos:
- Puedes usar diferentes aplicaciones de gestión de contenidos en redes sociales: Hootsuite y Tweetdeck son algunas de las más populares aunque hay muchas más. Para gustos colores. Si dejas tu cuenta personal en la app oficial de Twitter y las de empresa en los gestores de contenidos no deberías tener problema alguno a no ser que, y volvemos al párrafo anterior, te guste tuitear cuando has bebido mucha cerveza.
- Si lo tuyo no es tener varias aplicaciones para gestionar tus cuentas comprueba, SIEMPRE, antes de tuitear desde qué cuenta estás logado.
- Pídele a tu jefe un móvil de empresa y bajo ningún criterio lo uses de forma personal. De esta forma si metes la pata el despido estás más que justificado por estar un poco (bastante) en la parra.
- Bajo ningún concepto le dejes tu móvil a colegas bromistas, cuñados o tu hijo de seis años. ¿Para qué tentar a la suerte?
- Y por último, insistiendo en la idea, si BEBES NO TUITEES.
En serio, sabemos que las cagadas seguirán alegrándonos algunas tediosas mañanas de oficina y desde aquí nos solidarizamos con los futuros ex-responsables de redes sociales de las grandes empresas. Sed cautos y no dejéis que un tuit os juegue una mala pasada.