En los últimos meses los profesionales del marketing digital y del desarrollo web hemos comenzado a notar un nuevo origen en los informes de analítica: chatgpt.com.
Esto ocurre porque, al generar o compartir enlaces desde la plataforma, ChatGPT añade un parámetro UTM que identifica el origen de la visita:
utm_source=chatgpt.com
La consecuencia es clara: ChatGPT ha empezado a comportarse como un canal de adquisición de tráfico. En este artículo exploraremos qué significa este cambio, cómo detectarlo en la práctica y qué acciones podemos tomar tanto empresas como equipos técnicos para aprovecharlo.

UTMs y ChatGPT: un nuevo canal de adquisición
Los parámetros UTM (Urchin Tracking Module) son etiquetas que se añaden a las URLs con el objetivo de rastrear el origen del tráfico. Durante años se han usado para campañas de marketing digital en buscadores y redes sociales. Así, por ejemplo, cuando encontramos en una URL el fragmento utm_source=linkedin
, sabemos que la visita procede de LinkedIn.
En el caso del asistente de IA la lógica es la misma: utm_source=chatgpt.com
indica que la sesión comenzó con un enlace compartido desde la plataforma. La novedad es que, hasta hace poco, este tipo de tráfico era prácticamente invisible. Un usuario podía copiar un enlace desde ChatGPT, pegarlo en su navegador y llegar a nuestra web sin dejar rastro identificable. Ahora, ese camino queda registrado.
Cómo detectar tráfico desde ChatGPT
Si quieres comprobar si tu web ya está recibiendo visitas desde este canal, basta con revisar tus herramientas de analítica. En Google Analytics 4, por ejemplo, puedes acceder a Adquisición → Tráfico → Sesiones por fuente/medio y filtrar por “chatgpt.com”. De esta forma verás tanto el volumen de sesiones como las páginas de destino más visitadas, la interacción de los usuarios y las conversiones atribuidas a esta fuente.
Esta información no solo nos permite medir la cantidad de tráfico, sino también su calidad. Podemos comprobar si los visitantes que llegan desde ChatGPT permanecen más tiempo en nuestra web, si interactúan con los contenidos o si cumplen los objetivos definidos, como registros, descargas o compras.
Qué implica para empresas y marcas
Desde la perspectiva de comunicación y marketing, que ChatGPT empiece a figurar como origen de tráfico tiene varias implicaciones estratégicas. En primer lugar, significa que estamos ante un nuevo canal de adquisición, al mismo nivel que buscadores o redes sociales. No hablamos ya de un futuro hipotético, sino de una realidad medible en los informes de analítica.
También implica que las empresas pueden evaluar la calidad de estas visitas. Tal como sucede con Google o LinkedIn, no basta con saber cuántas sesiones llegan, sino que hay que entender si generan engagement, leads o ventas. El hecho de poder rastrear el tráfico desde ChatGPT nos permite asignar valor a este canal y tomar decisiones informadas sobre su peso en la estrategia digital.
Por último, la presencia de ChatGPT como origen de visitas refuerza la importancia de los contenidos claros, confiables y de alta calidad. Los modelos de IA priorizan fuentes bien estructuradas y con autoridad. Si los artículos, guías o recursos son útiles y están optimizados, las probabilidades de que sean recomendados y compartidos aumentan.
Qué implica para desarrolladores web
Para los equipos técnicos, el tráfico desde ChatGPT abre nuevas responsabilidades. Una de las principales es mantener un SEO técnico sólido. El uso de datos estructurados, microformatos y marcado semántico facilita que la IA interprete mejor el contenido de un sitio. Esto no es solo una recomendación clásica de SEO, sino un factor clave para aparecer como referencia en interacciones con sistemas de inteligencia artificial.
La accesibilidad y el rendimiento son igualmente importantes. Una web rápida, limpia y accesible beneficia tanto al usuario humano como a los algoritmos que procesan la información. Si los contenidos se presentan en un formato ordenado y coherente será más sencillo para ChatGPT y otros modelos identificarlos y sugerirlos en las conversaciones.
ChatGPT-SEO: optimización para IA
La aparición de ChatGPT como fuente de tráfico ha impulsado un nuevo concepto: el ChatGPT-SEO. Si hasta ahora la optimización se centraba en buscadores como Google, hoy empieza a ser relevante pensar en cómo un modelo de inteligencia artificial consume y recomienda la información.
Esto implica producir contenidos claros, bien estructurados y con autoridad. Las guías prácticas, los artículos con secciones bien definidas y las páginas que responden preguntas frecuentes tienen más posibilidades de ser útiles para la IA y, por tanto, de ser compartidas. También cobra importancia el uso de metadatos completos, títulos optimizados y enlaces relevantes, internos y externos, que refuercen la autoridad de cada página.
El ChatGPT-SEO no sustituye al SEO tradicional, pero lo complementa. Ambos comparten la necesidad de ofrecer contenido de calidad y una estructura técnica impecable. La diferencia es que ahora no solo competimos por la visibilidad en buscadores, sino también por ser la referencia que un modelo de IA puede proponer en una conversación con el usuario.
Más allá de ChatGPT: Gemini y el futuro del tráfico generado por IA
ChatGPT no es la única plataforma que empieza a influir directamente en el tráfico web. Gemini, el modelo de Google, ya integra respuestas con enlaces en sus resultados. Esto significa que no solo veremos el tráfico desde el modelo de OpenAI, sino que también comenzará a crecer el tráfico atribuido a recomendaciones de otros sistemas de IA integrados en buscadores y asistentes virtuales.
Para los desarrolladores web, este escenario exige un enfoque aún más riguroso en la estructuración del contenido y en la optimización semántica. Los motores de IA no se limitan a leer palabras clave: interpretan relaciones, jerarquías y confiabilidad. Una web con datos estructurados y con contenidos relevantes tiene más probabilidades de ser citada por Gemini, ChatGPT u otros modelos.
Para las marcas y equipos de comunicación el reto será entender que la visibilidad ya no depende solo del SEO clásico en buscadores, sino también de la capacidad de ser “recomendados” por inteligencias artificiales en contextos conversacionales. Esta convergencia entre IA generativa y motores de búsqueda marcará el futuro del desarrollo web: sitios más técnicos, más accesibles y diseñados no solo para humanos, sino también para sistemas inteligentes que median el acceso a la información.