La música es uno de los campos más estudiados desde el principio de los tiempos. Actualmente, la industria musical se ha visto obligada a evolucionar para adaptarse a los nuevos tiempos. De hecho, en nuestra sociedad, la música es uno de los 6 productos más vendidos en internet. Pero, ¿realmente es la música el principal producto de venta o, quizás, el intérprete?
En primer lugar, cabe destacar que la identidad de marca influye directamente en los aspectos de la gestión de la misma. Con identidad de marca nos referimos a aquellos aspectos esenciales que identifican y diferencian a nuestra marca del resto. Lady Gaga, por ejemplo, además de por su música, siempre ha destacado por su forma de vestir. ¿Recordáis aquellos premios a los que fue vestida de carne?
Construcción de ídolos musicales
El anterior ejemplo demuestra que el artista musical como marca vale más que su propia música pues permite abrir nuevas posibilidades de negocio con otros sectores distintos al musical. ¿Os imagináis lo que supondría como diseñador vestir a una diva de la talla de Beyoncé o Rihanna? Además, hemos de tener en cuenta que el público se identifica con personas cuyos atributos desean poseer o con los que se identifican y/o atribuyen a sí mismos. De esta forma, se comprueba que los ídolos no existen sin sus fans y viceversa.
Por otro lado, nos llama la atención el hecho de que el ídolo musical recurra a su aparición en los distintos medios de comunicación para mantener vivo el recuerdo de la marca por parte del público: “si saben de mí constantemente, no me olvidarán”. Por ello, el nacimiento de un nuevo ídolo musical depende no solo de él mismo sino también de un equipo de profesionales que lo asesoren: maquilladores, estilistas, expertos en comunicación, etc.
En la actualidad, las marcas musicales no solo recurren a un medio de comunicación sino que emplean varios a la vez para aprovechar al máximos las principales características y posibilidades de cada uno. Además, emplear técnicas como el storytelling a través de las RRSS aumenta la posibilidad de que nuestro público se fidelice.
El posicionamiento es uno de los primeros aspectos a considerar a la hora de gestionar una marca musical. Tenemos que tener muy claro qué deseamos mostrar a nuestro target. Quizás, recurrir al uso de técnicas como el factor identificación entre el público y su ídolo contribuye a crear relaciones más fructíferas y de larga duración entre ambos.
Finalmente, nos llama la atención que, al igual que ocurre con una marca convencional, la marca musical es el resultado de la combinación entre el posicionamiento, la comunicación que desarrolla y la imagen de la misma. La música es un elemento muy presente en el día a día de Descubre Comunicación. Si quieres conocernos más a fondo, ¡sigue bicheando nuestra web y RRSS!