Estamos constantemente conectados a través de las redes sociales y aplicaciones móviles. Nos informamos a través de ellas sobre la actualidad y sabemos qué están haciendo nuestros amigos porque lo publican en las redes. Como afirma el informe de 2019 que elabora Hootsuite en colaboración con We Are Social, pasamos más de 5 horas al día conectados a internet a través de cualquier dispositivo. El 92% de los españoles utiliza internet a diario y 28 millones de usuarios hacen uso de las redes sociales.
Esto nos da una pista del potencial comunicativo que podemos tener como marca a través de las redes sociales para conectar con los usuarios. Pero la forma de comunicarnos con ellos, como todo, cambia a un ritmo vertiginoso y, con esto, las estrategias a implementar.
En entradas anteriores hablábamos del meme como herramienta de marketing, cómo las marcas hacían uso de esta forma de transmisión cultural o de información como definíamos. Pues bien, hoy veremos cómo ha evolucionado este tipo de contenido y cómo hemos adoptado e implementado otras herramientas en nuestras estrategias de comunicación como son los GIFs.
Un GIF (Graphics Interchange Format) es una secuencia de imágenes que se repite durante 10-15 segundos y no tiene sonido. Encontramos GIFs de cualquier cosa que imaginemos: la serie más top del momento, la famosa secuencia de una película, la expresión de un famoso actor o animaciones, entre muchos otros. Pero todos ellos tienen un objetivo: expresar pensamientos o sentimientos a través imágenes. Los GIFs son usados en las redes sociales y Whatsapp, y pueden encontrarse en los buscadores de ambas, así como en plataformas como Giphy. No obstante, las marcas también están creando sus propios GIFs para implementarlos en sus contenidos online, además de usar los más populares ya creados.
Pero, ¿qué ventajas ofrece a las marcas el uso de GIFs en sus contenidos y en la interacción con los usuarios? Hay muchas formas de implementar los GIFs en nuestra estrategia de marca, tales como email marketing, web, pop up, como llamada a la acción o de cualquier forma que se nos ocurra siempre que esté bien integrado y ofrezca un valor añadido al contenido dinamizándolo u ofreciendo un tipo de información a través del mismo. En este caso, hablaremos del uso de los GIFs en las redes sociales y la implementación que llevan a cabo las marcas en sus estrategias de social media.
Partiremos de tres premisas a tener en cuenta: tiempo, cercanía y conexión.
Tiempo: lo bueno, si es breve, dos veces bueno
Un usuario pasa mucho tiempo en las redes, el informe de Hootsuite anteriormente mencionado indica que le dedicamos a las redes sociales una hora y media al día aproximadamente. Pero debemos tener en cuenta que a pesar de emplear mucho tiempo en las redes, no empleamos demasiado tiempo consumiendo un mismo contenido. Esto se debe a la saturación informativa que tenemos actualmente, la volatilidad del contenido y la constante competitividad entre las marcas por captar la atención del lector.
Esto quiere decir que debemos estar constantemente presentes en las redes y siendo capaces de que el usuario consuma nuestro contenido al completo. La clave: sintetizar el mensaje. Y aquí es donde el GIF como elemento comunicativo nos ofrece esta posibilidad que, unido al resto de factores que veremos a continuación (recordemos, cercanía y conexión) surten el efecto deseado.
Un tweet nos permite hasta un total de 280 caracteres para informar o expresar lo que queremos. Pero podemos reducir la cantidad de caracteres mediante la implementación de un GIF que exprese aquello que deseamos.
Cercanía: hablemos el mismo lenguaje que nuestro público
Debemos tener en cuenta cómo se comunica nuestro público objetivo, hablar su mismo lenguaje, adaptarnos y acercarnos al público de manera amigable, teniendo siempre presente el tono que utiliza nuestra marca. Si nuestro público objetivo pertenece a la generación Z, nuestro lenguaje para comunicarnos con ellos deberá adaptarse al lenguaje utilizado por ellos. Es el caso de Netflix España y los contenidos que publica en sus redes, haciendo uso de sus series para crear GIFs en contextos que podrían conectar con cualquiera de nosotros.
Cuando le dices a tu abuela que tienes más hambre. pic.twitter.com/GujyJDmNbe
— Netflix España (@NetflixES) June 25, 2019
No necesariamente los GIFs son expresiones humorísticas, aunque en las conversaciones en redes sociales sean los más comunes. Muchas marcas crean sus propios GIFs para comunicar en sus redes o web noticias u ofertas con el objetivo de captar la atención del usuario sobre ese dato o información en concreto. Marcas como Fiat o Adidas lo implementan en sus páginas web. En el caso de la primera, lo utiliza para resaltar la garantía de sus vehículos y el plazo de entrega de los mismos. Adidas sin embargo lo implementa para resaltar un modelo concreto de zapatillas en dos imágenes que se intercambian a través de una espiral.
Conexión para poder interactuar
Los usuarios son consumidores de contenidos pero a la vez uno de los principales creadores del mismo en las redes, interactúan con el contenido que le resulta interesante, con aquel que despierta interés para ellos y con los que sienten algún tipo de conexión porque casa con sus aficiones (como un GIF de Daenerys Targaryen para un fan de Juego de Tronos, o uno de Rachel de la mítica serie Friends para los fans de esta).
Si analizamos el feedback que el usuario ha tenido con un contenido que hemos publicado en el que incluimos un GIF, veremos cómo aquellos más exitosos nos han dado un retorno convertido en tráfico a la web, interacción y número de clicks. Entre los objetivos que perseguimos está la conexión de la marca con la audiencia, un trabajo a largo plazo pero que afianza la relación con el usuario y la fidelidad de éste con el contenido. Pero, además, podemos perseguir una conversión en tráfico a la web o reacción con el contenido publicado (por ejemplo, comentarios o contenido compartido en las redes).
En definitiva, los GIFs nos permiten acercar nuestro contenido al usuario de manera rápida y directa, conectar con él y que éste se interese por nuestra marca porque empatiza con nuestra forma de comunicar.