Acaba de empezar 2017 y es un buen momento para levantar la vista. Vamos a analizar las tendencias que vendrán en un campo que no solo no se detiene nunca, sino que en los últimos años se ha acelerado hasta alcanzar un ritmo vertiginoso: el diseño y desarrollo de sitios web.
Precisamente esa velocidad de cambio dificulta hacer una previsión muy concreta sobre cómo será Internet en los próximos meses, pero se pueden trazar unas líneas básicas, de fundamento de la web, sobre las que muy probablemente se trabajará.
La clave seguirá siendo la responsividad
El primer punto, y el más lógico, es la implantación masiva del diseño responsivo. En este momento el 80% de los usuarios de internet tiene un smartphone (Fuente: Impactbnd.com) y en 2016 el número de personas en España que accede a internet a través de su móvil superó al de aquellos que usan un ordenador. (Fuente: Elmundo.es). Ninguna empresa, entidad o medio online se puede permitir ya que su sitio web no esté optimizado para dispositivos móviles.
Es más: un reciente informe de tendencias de UX Magazine asegura que el 25% de los accesos a internet desde dispositivos en Estados Unidos son mobile-only: es decir, de usuarios que solo ven la web desde su móvil, nunca desde un ordenador. Así que, aunque un buen diseño responsivo garantiza una experiencia de usuario óptima independientemente desde donde se acceda, no se puede descartar que, si la tendencia continúa, se empiecen a considerar sitios web mobile-only, inaccesibles desde ordenador, pero que ofrezcan características y funcionalidades que expriman a fondo las posibilidades de los dispositivos móviles (contenido geolocalizado, uso de la cámara, integración con apps de mensajería…).
El valor del contenido
Relacionado con lo anterior está la tendencia, ya bien asentada en 2016, de dar prioridad al contenido por encima de todo. El diseño web ha dejado de ser una capa de maquillaje para “hacer una web bonita” y se ha convierte en un armazón sobre el que apoyar el contenido, que adquiere todo el protagonismo. A esto ha contribuido no solo la tendencia hacia un diseño más minimalista, sino sobre todo los cambios en el algoritmo de búsqueda de Google, que premia con un buen posicionamiento a las páginas que ofrezcan un contenido de calidad y bien estructurado. Esto llevará, si se quieren optimizar procesos productivos, a una relación más integral entre diseñadores, desarrolladores y creadores de contenidos.
Además del diseño responsivo, la web móvil tiene otro pilar básico: la velocidad de carga. Esto fue lo que redujo desde el primer momento la estética web a su mínima expresión, dando lugar a un estilo minimalista que se ha hecho omnipresente en 2016 y continuará extendiéndose en 2017. No obstante, empiezan a verse diseños valientes y arriesgados, destacando los pocos elementos gráficos con los que se trabaja, bien sea utilizando colores vivos y atrevidos, tipografías potentes o ilustraciones trabajadas por artistas gráficos.
Y cuando tienes que construir con pocos elementos, la originalidad de los mismos es algo que no puede dejarse a un lado. Con toda seguridad 2017 verá un descenso significativo en el uso de bancos de imágenes. La exclusividad de las fotografías y su papel protagonista será un valor añadido al trabajo de los diseñadores web.
También adquirirá un papel destacado el uso de vídeos. En Facebook y Twitter el vídeo se ha convertido en el tipo de contenido más eficaz para la comunicación comercial y el marketing, por su alta capacidad de atraer la atención y su viralidad. Según datos de Facebook, en esta red social se consumieron 100 millones de horas de vídeo al día en 2016. Y según un informe de la productora de vídeo online Invodo, el 92% de los consumidores de vídeos online los comparten con otros.
Tras la defunción de facto de Flash en 2014, la web se volvió estática. Pero el deseo de una web animada no ha desaparecido y poco a poco se van aplicando tecnologías para que vuelva a serlo. Un viejo conocido, el gif animado, ha tomado la delantera en 2016 y seguirá muy presente en 2017, mientras las posibilidades de animación de Html5 sigan en manos exclusivamente de programadores (debido a la complejidad técnica del código necesario para hacerlas funcionar). Pero es solo cuestión de tiempo que se acaben popularizando herramientas de desarrollo que faciliten esas funcionalidades.
El futuro va a ser muy interesante
2017 será también el año en el que empecemos a hablar de cosas en el ámbito de la web que hasta hace dos días eran más propias de la ciencia-ficción. En primer lugar, la interacción de los usuarios con bots de inteligencia artificial, lo que llevará a los diseñadores a tener que plantear interfaces conversacionales, Y, quizá todavía más lejano en el tiempo, la integración de la world wide web con la realidad virtual. Esta tecnología está dando pasos firmes en el campo de los videojuegos, y gigantes como Google y Facebook han presentado ya sus modelos de gafas de VR. Todavía es una tecnología cara y en ciernes pero, como decíamos al principio, en el ciberespacio todo cambia mucho más rápido de lo que pensamos.